¿Qué retos supone el mundo actual para la infancia? ¿Y para su salud emocional y física?
Con motivo del 20 de noviembre, Día Internacional de la Infancia, la fundación Cultura en Vena organiza la jornada y exposición Arte y Salud 2024 en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza con el objetivo de generar diálogo sobre las relaciones entre arte y salud en la infancia y adolescencia.
En esta tercera edición, Cultura en Vena explora algunas de las principales problemáticas que ponen en riesgo la salud de los más jóvenes, abordando cuestiones de la sociedad global que afectan de manera directa a la infancia y la adolescencia: la hospitalización de los más pequeños, los riesgos de la tecnologización del aprendizaje a través de dispositivos digitales, el consumo de comida procesada y azucarada y la soledad infantil, entendiendo todas estas condiciones como consecuencia de unos hábitos cotidianos y socioeconómicos precarios y vertiginosos, lamentablemente cada vez más frecuentes.
La exposición muestra diferentes obras de la historia del arte que han sido modificadas con intervenciones digitales con el fin de abrir este debate, poniendo en diálogo la pintura tradicional con una iconografía de plena actualidad. Además, con ayuda de los textos de sala –unos evocadores, otros que interpelan directamente al visitante– conectamos estas cuestiones a través de algunos personajes y ejemplos de la cultura tradicional y popular. Buscamos la resonancia con algunos arquetipos que siempre han estado en la literatura y el cine: no sólo como una manera de encontrar un lenguaje común con los más pequeños, sino también para recordar al público adulto que su vulnerabilidad, protección y defensa es asunto de todos.
El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, como espacio comprometido con la cultura visual contemporánea y con los retos de la ciudadanía, acoge por tercer año consecutivo este proyecto de Cultura en Vena, fundación que cuenta con una dilatada trayectoria en las relaciones entre prácticas artísticas, salud y bienestar. Este acercamiento entre los sectores cultural y sanitario se alinea con el reciente marco institucional que promulgan la Organización Mundial de la Salud y la Comisión Europea sobre las artes y la salud –Arts in Health–. Así, las instituciones culturales asumen responsabilidad en relación con la salud y el bienestar de los ciudadanos, y a su vez, el sector sanitario sitúa a las artes como aliadas para lograr sus objetivos.
Porque, cada vez más, se puede afirmar que la cultura beneficia seriamente la salud.