Autor: Christopher Joshua Calderón
Paciente del Hospital Clínico San Carlos (Madrid)
Emociones que encontrarás en este cuento: miedo
Caminado iba Pandora, caminando por la calle sola. Sola con su caja. Ignora. preguntándose, qué es lo que atesora.
Las personas con miedo la insultaban y la amenazaban a menudo pues en la caja estaba la maldición que romperá la simetría aquí donde reinó siempre la paz y la armonía. Y Pandora llegó a la conclusión de que siempre alguien cargará la culpa.
Querían tener un chivo expiatorio donde descargar sus culpas sin saberlo.
Tiempo después conoció a Benito. Él no tenía miedo ni de Pandora ni de su caja. Para Benito, Pandora era una persona más. Pandora desconcertada nunca había recibido ese trato y le resultó nuevo, y Pandora vio que era luz. Luz en la oscuridad y sin miedo decidió abrir la caja y la caja estaba vacía.
Sorprendida, Pandora, le contó a todo el pueblo junto a Benito que la caja estaba vacía y el pueblo vio que el mal no estaba en la caja si no en el trato que le daban a Pandora. Querían tener un chivo expiatorio donde descargar sus culpas sin saberlo. Sorprendidos todos procedieron a disculparse a Pandora y pudieron convivir todos felices y sin temor.