Autor: Eidan
Paciente Hospital Universitario de Getafe (Madrid)
Emociones que encontrarás en este cuento: felicidad y apatía
Había un perro abandonado triste y flaco que se coló en mi jardín. Se acurruca en la hierba y se durmió. Entonces vino otro perro y le intentó atacar, el perro comenzó a sollozar y consiguió ahuyentar al otro.
El dueño de la casa, se asomó desde el balcón y bajó al jardín para abrazar al perro. Le acogió en su casa y dejó que estuviera en el jardín junto a las flores.
Finalmente, el perro y el dueño se hicieron amigos y este venía siempre al jardín por el resto de sus días.