Autora: Natalia
Alumna de CEIPSO Santo Ángel de la Guarda (Chapinería)
Emociones que encontrarás en este cuento: alegría
Hola, soy Alba, una niña que tiene miedo a nadar. ¿Tienes ganas de empezar?
Había una vez una niña que tenía miedo a nadar. Era su primer día de natación: ¡Ring, ring, ring! Sonó el despertador y se despertó, se acordó de que le tocaba su primer día de natación.
Le daba mucho miedo, empezó a temblar. Se tumbó en la cama y se durmió. Iba a empezar la clase y su madre la despertó. Entonces vio una ardilla nadadora que hablaba. Alba le preguntó cómo podía nadar. Le dio un truco: Que cuando le tocara, cerrara los ojos y respirara profundo.
Alba se vistió, cogió su mochila y metió sus gafas, su botella de agua y su merienda, y se fue a clases de natación. ¡Ya le tocaba! Se puso nerviosa. Recordó el truco que le dio la ardilla: Cerró los ojos y respiró profundo, y ¡se tiró al agua y empezó a nadar!
Entonces vio una ardilla nadadora que hablaba.
Consiguió llegar a la competición y ¡quedó primera! Para celebrarlo, fueron al Burguer King ¡comieron gratis! Fueron a Pandora y le compraron una pulsera con un cierre de seguridad de corazón. También otra con tres diamantes y 6 charm: Uno de Love, uno de fresa, de N, dos de Stitch y uno de Minnie.
Alba llegó a su casa y la ardilla le propuso un reto: Jugar a un deporte muy difícil, el voley. Pasaron 10 días y se atrevió a jugar. El primer día no le fue muy bien, pero no se iba a rendir. Al día siguiente fue mejor. Al siguiente día, ganó 3 partidos, ya llegaba a la final ¡y la ganó! Ganó una copa y una medalla, se puso súper contenta y la apuntaron al club de voley (pero para eso tenía que pasar por unas pruebas): ¡Las superó!